Las organizaciones son sistemas complejos, en muchos casos se desarrollan como micro sociedades. Como tales, tienen dentro de sí distintos ámbitos, y a más grandes son más complejas, con más dificultades de comunicación e interacción entre áreas, sucursales, subsidiarias. Esta realidad construye, en caso de que los responsables de las mismas no lo prevean, sub culturas o contra culturas que pueden entorpecer la cultura deseada o ideal.
La comunicación interna es, en este punto, un elemento estratégico para construir, consolidar, desarrollar, multiplicar, afirmar, modificar las culturas, y hacer de las organizaciones equipos potentes y con mayor agilidad. Pensar, razonar, intercambiar con libertad y ver la realidad con la misma óptica, hace la diferencia entre las organizaciones.
La construcción de una comunicación interna fluida, organizada, “abundante” en calidad y medida en cantidad, es la herramienta para la construcción del estilo corporativo y la instalación del sistema de valores culturales pensados desde la dirección, que en esto debe actuar como líder.
El liderazgo en grandes organizaciones exige la instalación de las “formas de hacer correctas”. En ello, la comunicación, amén de informar, generar intercambio de información estratégica para tomar decisiones y eliminar ruidos, debe ser un “reproductor”. La planeación de la comunicación interna como sistema de la organización, con la asunción de que es la correa de transmisión, permite optimizar el funcionamiento y consolidar la forma de actuar.
Ralph Nader, abogado y activista estadounidense, dice: “comienzo con la premisa de que la función del líder es producir más líderes, no más seguidores”. Comunicar para producir líderes en cada área de las organizaciones, convierte a una empresa en un sistema aceitado. Cuando el líder comunica para producir más líderes y no para hacer cumplir órdenes o solo reproducir una forma de pensar, el enriquecimiento y desarrollo no tienen límites. Las organizaciones con esa capacidad se reinventan, compiten, desarrollan, hacen la diferencia en forma constante.
