La comunicación corporativa es la integración de todas las formas de comunicación de una organización, con el propósito de fortalecer y fomentar su identidad y, por efecto, mejorar su imagen corporativa.
En su faz operativa, conceptual, analítica, abarca todas las formas de presentación y representación (símbolos, logos, discursos, packaging, precios, publicidad, mecenazgo y otros) de una organización. Incluye también sus acciones y actos voluntarios, en tanto que comunicación es acción y cualquier acción comunica.
Entre los tipos de comunicación que incluye, están todas las gamas:
La estratégica: definición de objetivo y traducción del esquema de negocio a un esquema de comunicación.
La táctica: los pasos, acciones, aplicaciones, que construyen la estrategia. A diferencia de la estrategia que no varía, las tácticas son variables, flexibles, consideran la coyuntura y permiten, de hacer falta, la agilidad de cambio.
La formal: todo lo planificado, pre establecido, conformado y pensado para un resultado determinado.
La informal: el resultado de lo que comunica en la percepción de los diferentes públicos, lo publicado acerca de ella, la comunicación que sus empleados tienen sobre ella, el concepto de sus proveedores, el resultado de la interacción y vínculo con sus clientes.
La personalizada: todos los momentos de interacción directa entre integrantes de la empresa con otros públicos, la direccionada en forma intencional hacia un determinado target.
La masiva: acciones de alto alcance, que deben ser pensadas y analizadas para que el objetivo sea lo más cercano al resultado. En este punto es necesario recordar que “el mensaje es del receptor y no del emisor”, es decir, la imposibilidad de una sola interpretación de un mensaje.
La carismática: el recurso de convocar a “ser parte” del espíritu de la empresa. Ser Nike es ser “competencia”, ser Sony “es ser fidelidad y excelencia”, ser Apple es “ser tecnología única”, ser Hermes es “ser elegancia y estilo eterno”.
La funcional: es el recurso que convoca por la utilidad, por lo exacto, ser Ford “es ser fuerza”, ser Windows “es ser práctico”.
Cada una de estas facetas y elementos forman y son la comunicación corporativa.
Es, en suma, comprender que en un mundo de redes todo comunica, y que quien no planifica la comunicación, deja su imagen en manos de la imaginación del público o la acción de su competencia.