Por Alejandro Paolini, Director General de Vértice – Imagen y Comunicación 

El verano abre la mente para lecturas más duraderas, sin llegar a la profundidad de material  de estudio, dado el cansancio del año. Existen en el mundo de los autores, algunos pocos que tienen la extraordinaria habilidad de enseñar sin el esfuerzo de aprender y hacer pensar sin hacer sentir el peso de la reflexión o el repaso hacia atrás de los renglones leídos.

José Pablo Feinmann es un docente extraordinario y un escritor de una pasión docente inigualable. Como buen “maestro” relata el conocimiento en sus clases, y sin duda esa práctica de años, de hacerse entender en un campo tan profundo como lo es el de la filosofía, lo llevó a poder hacer del relato un solapado método de estudio.

Heidegger es el filósofo más importante del Siglo XX, y también el más polémico: fue nazi, pero también un aporte inocultable al saber universal. Rector de la Universidad de Friburgo con el apoyo de las SA, sustento ideológico del nacionalsocialismo, constructor del “ser alemán”, de la excusa para la “raza superior”, de una línea conductora de lo griego a lo germano, la controversia es su sino.

Al mismo tiempo es también uno de los filósofos más complejos, más ilegibles para los legos. A diferencia del marxismo, del cartesianismo y otras tendencias, no existe manual para explicar a Heidegger. Pero existe una novela. Con una prosa alucinante, en medio de una novela policial en primera persona, Feinmann nos pasea sin darnos cuenta por el mundo de la filosofía más compleja de los últimos cien años. Nos sumerge en el saber de la mano del entretenimiento para que emerjamos bautizados de “heideggerismo” básico, sin pasar por el esfuerzo, o sin más esfuerzo que leer un “policial” de altura.

Una “sombra” que nos puede iluminar en pleno verano.