Por Alejandro Paolini, Director General de Vértice

Si a uno lo invitaran a pensar en qué actores debieran protagonizar al inmortal Ernest Hemingway y a la enorme Marta Gellhorn, el prejuicio recorrería el gusto y jamás optaríamos por la elección del director Philip Kaufman de Clive Owen y  Nicole Kidman. La cinta, producción de HBO del año 2012, se completa con un reparto de notables entre los que aparece Robert Duval.

Sorprenden las actuaciones de los protagonistas, quienes se compenetran con calidad en el papel, si bien se puede sentir alguna debilidad en la línea de dirección en el relato.

Es una película que nos transporta al mundo de las ideas a partir de la vida personal de estos dos gigantes de las letras. La oscuridad genial del autor de “El viejo y el mar” y la voluntad idealista de una de las más grandes corresponsales de guerra, sobran para una lección de historia sobre la muerte progresiva de las utopías y la triste opacidad de las esperanzas de un mundo mejor, cuyo comienzo la película plantea en la derrota de la República Española.

Una excelente pintura de buena parte del siglo veinte, con escenas documentales que hinchan el pecho de esperanza y viejas ilusiones.

Para volver a pensar en qué le pasó al mundo… y para encontrarnos con la literatura.