Por Alejandro Paolini, Director General de Vértice
Los recursos humanos son el único recurso inagotable de una organización. Son los colaboradores los capaces de hacer la diferencia con la dirección apropiada. En esto es central la motivación del personal. Es decir, la gente siempre está motivada, la gestión estratégica, el liderazgo, la comunicación hacen que sus motivaciones estén alineadas con los objetivos de la empresa y se forme esa micro sociedad o mini país que es cada empresa con sus valores, que es el cómo se hacen las cosas. Su misión, que es el que hace el conjunto. Y por último, la visión, que surge de los líderes, el desafío de hacia dónde se va, dónde se quiere llegar, quién se quiere ser.
Si bien la definición de buena parte de estos elementos nace del líder de la empresa. Pero cuando éste es tal y no tan sólo director, se convierte en el principal gestor de los recursos humanos: en el espíritu del proyecto, el inspirador, el que muestra la voluntad, el que da el ejemplo y siempre está avanzando como desafío.
Así, cuando Sam Walton puso en su tienda en Arkansas un cartel que decía “obtener un ingreso de 111.000.000 millones de dólares”, no puso un objetivo de negocio, puso un sueño en una pared para las pocas decenas de empleados que trabajaban con él. Hoy Wal Mart es la empresa que más factura en el mundo, más que las petroleras, y tiene programa de participación accionaria de sus empleados e inversión en capacitación en las Pymes de los países donde tiene presencia. En la Argentina, el 94% de los productos que comercializa son de empresas argentinas. Eso motiva a los colaboradores: es una empresa que invierte para el país y no como todas en el país.
Walt Disney era otro gran líder de sus recursos humanos, orgulloso del equipo de gente que lo llevó a “hacer sueños” para todos. Esto es porque la gestión de RR.HH. impulsa la creatividad por sobre las cosas. O como el caso de Hewlet-Packard, del management by walk about; es decir, caminar la empresa escuchando a los colaboradores que son quienes tienen las mejores ideas porque están en la línea de producción. De hecho, en Japón, el 83% de las mejoras de los productos proceden de los operarios, que son atendidos por sus superiores. O 3M que superó las 165.000 patentes con las ideas de sus empleados.
Es decir, RR.HH. es el corazón de la organización, es la que crea los valores, la visión y la motivación y modela la cultura, que es “la forma que hacemos las cosas aquí”, según Sam Walton.
Como cuando Nike en los sesenta puso como misión destruir Adidas y menos de diez años después era la marca indiscutida.
Por ello en las grandes empresas, Nike, Apple, Disney, 3M, Cannon, el Director de Recursos Humanos trabaja junto al director general, para liderar, no para dirigir o administrar. La gente no es un número, es la magia de la organización, es lo que logra lo que dice Unicenter “lo importante no es que vengas, sino que vuelvas”. Sin mística, sueño, actitud, no hay proyecto, sin ello no hay voluntad, sin voluntad no hay competencia… y sin competencia no hay éxito. Hacer la diferencia es gestionar y liderar los RR.HH. al más alto nivel, como lo muestran los grandes.